jueves, 1 de agosto de 2013

Momentos de cine: Blade Runner (1982)



Al principio fueron solo imágenes ...

Las imágenes son poderosas. A veces transmiten emociones y sentimientos al espectador que ni un solo dialogo puede igualar. Blade Runner es el ejemplo perfecto de ello ...

Cine negro en estado puro. Un mundo lleno de almas solitarias, en un futuro de mañana incierto. Deckard (Harrison Ford), ex-Blade Runner, ex-policía, ex-asesino ... vuelve al trabajo de nuevo. Cuatro fugitivos andan sueltos, cuatro replicantes utilizados en las colonias del espacio exterior, están de vuelta en la Tierra, en busca de su creador; en busca de recuerdos, emociones; llenos de preguntas sin respuesta; deseando ser humanos ...

¿Humanos? desde luego; probablemente más que los habitantes de una tierra yerma, hostil y lluviosa. Personas solitarias en medio de una muchedumbre, que anhelan comprensión, amor , esperanza y la serenidad de una respuesta al mañana ...

La secuencia: Deckard, después de matar a uno de los fugitivos, regresa a casa junto a Rachel (Sean Young), la cual acaba de salvarle la vida. Empleada en la Tyrell, acaba de enterarse de un terrible secreto. Cansado y magullado, Deckard se queda dormido en el sofá. Sin saber que hacer, Rachel contempla los recuerdos que pueblan la habitación, de una vida que ella nunca ha tenido. Toca el piano, se suelta el pelo y mira las fotos del pasado ... dos personas con mucho en común, en un mundo que ni les quiere ni les comprende ...


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