viernes, 5 de julio de 2013

El atlas de las nubes (2012). Crítica.




Revisionada hace poco en Blu-ray, vale la pena recordar este film que pasó bastante desapercibido por los cines hace unos meses.



En su momento fue todo un placer poder verla en pantalla grande: sala enorme, público respetuoso (poco, todo haya que decirlo) , proyección impoluta ... no hay otra forma mejor de ver una obra como esta ...

... y es que obra es un término más correcto para describir la película que vi en su momento. Un collage de historias y narraciones, una miríada de sensaciones donde caben sentimientos y pretensiones que van desde lo sublime hasta lo ridículo, desde lo espectacular hasta la más pura sencillez, desde lo trascendente hasta lo simplemente divertido ... tres horas que se pasan en un suspiro.




Seis historias que se entrelazan, al principio de manera ordenada y ortodoxa, y poco a poco, casi sin que nos demos cuenta, de forma natural, leve, por una emoción, una mirada, un primer plano, un simple gesto a veces ... Un montaje muy trabajado (debería haber estado nominado al Oscar sí o sí), que nos traslada a cada uno de los saltos temporales sin esfuerzo. Historias que van desde lo más simple a lo más surrealista y extraño. Historias que prometen una relación íntima entre ellas, principalmente a dos niveles: el puramente temporal (el más leve), y el emocional, remarcado en la decisión de utilizar a los mismos actores una y otra vez en las diferentes tramas.




Esa relación emocional, persistente aunque inconcreta, es el verdadero armazón del film, y también fuente de su irregularidad: es imposible mantenerla con historias tan dispares en tono y pretensión. Algunas son claramente más interesantes que otras, y eso resiente y descoloca al espectador, que se ve obligado a "bregar" con cambios de tono a veces radicales. Además el cambio de roles de los actores (que no tiene límites formales, ni siquiera en raza o incluso género), es una idea poderosa, pero también un arma de doble filo, pues bordea el ridículo y la teatralidad más espantosa en algunas ocasiones (el personaje de Weaving en el segmento de 2012, por ejemplo).




Dicho todo esto, las intenciones de los autores son de lo más loables,  y el interés de la propuesta es innegable, pero adolece de una inevitable irregularidad. Tiene momentos de gran belleza (la parte en Neo Seúl es FASCINANTE), con otros donde el humor o la espectacularidad se ve claramente impostada en aras de hacer más digerible el film para el público. Otro problema, quizás, es la sensación, extendida a lo largo de buena parte del metraje, de que todo ese batiburrillo de ideas y personajes llevan a "algo" , una historia única, interrelacionada, unida de manera íntima y armoniosa (idea que se va metiendo en la cabeza casi subconscientemente por el uso de los actores); y de alguna forma, así es, aunque no sea al final de la forma en que te lo esperas ...




En resumen: film ambicioso, espectacular, íntimo e inevitablemente irregular. Fascinante la mayoría de las veces, y un film de culto a la voz de ya. Un milagro en forma de superproducción, una película que te hace mantener la esperanza de que aún es posible hacer producciones de gran presupuesto donde la mirada y la historia se aparte de la convencionalidad y mediocridad tonal y narrativa de los blockbusters actuales ...

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