Cada pocos años suelo revisar esta gran película de Fritz Lang; sin duda una de mis favoritas de este director, excelente retrato de algunos de los más bajos impulsos humanos.
Ira y venganza son los motores de la historia, en la que un pobre Spencer Tracy es acusado erroneamente de un delito que no ha cometido; asaltado en la carcel por una turba sedienta de sangre y dado por muerto, conspirará desde las sombras para que los culpables paguen por lo que han hecho.
Lang describe sus personajes de manera brillante: el ser humano, presionado y llevado al límite, puede llegar a comportarse de manera miserable, y las conductas humanas, llevadas por la falsa convicción que da la masa y los prejuicios, es capaz de lo peor ...
Spencer Tracy borda uno de sus mejores trabajos, y Sylvia Sidney, encarnando a la novia del protagonista; ilusionada primero, aterrada y decepcionada después, compone un gran personaje que complementa a la perfección el viaje emocional que experimenta Tracy a lo largo del film.
Excelente película ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario